Me refería principalmente al vídeo de León. Una de las niñas dice que ella lloraba mucho en casa y en el coche. Me ha asombrado mucho esa declaración, ¿por qué sus padres permitían ese martirio para su hija? ¿No veían el maltrato del que ella habla? Como madre no llego a entenderlo, sobre todo en edades tan tempranas en las que los padres debemos estar muy pendientes.LobathM escribió: ↑Sab Mar 13, 2021 6:46 pmCreo que es muy aventurado juzgar el comportamiento de unos padres en estos casos. Quiero pensar que el padre que sale en el video, que demuestra ser un "inconsciente" por decir algo suave, es un hecho aislado.vidarítmica escribió: ↑Sab Mar 13, 2021 2:35 pm Espero que salga la verdad porque son muy fuertes las acusaciones. Aunque también es cierto, y espero que sirva de ejemplo, que son NIÑAS (6,7,8....años) y los padres son los que tienen que estar educándolas y cuidándolas. Una de ellas dice que iba llorando a entrenar, no sé hasta qué punto los padres de estas niñas estaban al tanto de ello, pero creo que la responsabilidad empieza en ellos.
Todas dicen que estuvieron muchos años (hasta 10 años algunas), ¿sus padres ninguno vio nada en tanto tiempo? Porque si los padres no se enteraban, mal, porque ellos son los encargados de criarlas y sus tutores legales, y si aún así se enteraban y durante tanto tiempo lo permitieron.... peor todavía
Los niños/as son MUY vulnerables con esas edades. Muchos ni se atreven a contar estas situaciones por puro miedo, desconcierto..., puede que incluso lo lleguen a normalizar, en este caso, como parte del "entrenamiento". Desconozco si además dichos entrenamientos son a puerta cerrada para personal ajeno, con lo que se dificulta averiguar lo que allí sucede.
En cambio, sí estoy muy de acuerdo contigo en la responsabilidad que tienen a la hora de llevar a sus hijos a sus actividades extraescolares. Uno debe conocer en manos de quien deja a sus hijos. Queda palpable que la "profesionalidad" que exhibe la "entrenadora" que sale en ese video es INCALIFICABLE y deja patente su NULA formación en el trato con las niñas, con una actitud más de pandillera de barrio que de formadora de gimnastas.
Me ha dejado estupefacta con que maneras se ha dirigido a las niñas, sin importarle las cámaras; en especial, a la que sentencia, con una expulsión de futuras competiciones, en un alarde de superioridad y abuso de poder miserable, que "adorna" con una perversa crueldad, por hacerlo justo antes de salir a competir.
Mi más absoluto rechazo ante estos comportamientos exhibidos con menores. Lamentable e intolerable.
Me alegro de que Carla esté mejor.