Después de lo ocurrido estos días y tras enterarme de lo que se cotiza una medalla en España (al parecer de las federaciones que más pagan

30.000 euros bronce
45.000 euros plata (esta no la tengo tan segura)
95.000 euros oro
he planteado mi reflexión como si de una empresa cualquiera se tratase, que a fin de cuentas es lo que son. No deja de tener sus directivos, técnicos y demás personal (gimnastas incluidas) con sus "suelditos", sus responsabilidades. sus "incentivos" ¿pudo influir en la presión?...
Creo que como empresa que tiene unos objetivos importantes a tiro en rítmica (pasar a finales y si venía una medalla en conjuntos de lujo), ver la debacle que hubo (fallos en prácticamente todo el trabajo a realizar), sería momento de que se sentasen los que tienen que sentarse y, que el responsable máximo tomase la honesta decisión de irse de una puñetera vez. Si mandas la empresa al carajo, te vassssssssssss.
Separo lo que puede suceder en una final, especialmente a las gimnastas que optaban a medalla. Hemos visto los fallos terribles de algunas de las grandes (indis o conjuntos) que han hecho que, como debe ser, aunque nos duela, ganasen las que hicieron una competición regular en la final.
No es de recibo que todo el colectivo de gimnasia tenga clamorosos fallos para clasificarse. ¿Qué fallo? No tengo toda la información, pero ayer en la final de conjuntos escuché a una Almu diciendo algunas cositas que me llamaron la atención. ¿Es mi interpretación? Lo expongo.
Comentó, más de una vez durante la retransmisión, como igual con menos dificultad, las gimnastas (en general) iban más convencidas a hacer su trabajo. con una presión menor y, visto lo visto, Acerbayan o Uzbequistan le dan la razón. Desconozco si lo decía por las españolas, pero comentó haber hablado con ellas. No sabemos que se habrán contado que se pueda o quiera decir. Otro debate sería si España tiene que llevar más o menos dificultad, ser más o menos competitivas... Calidad hay para ello, a mi no me cabe duda.
De Alba comentó lo que a ésta le había costado el tapiz en altura.

Alabó el trabajo de Sara y Baranova. A mí también me ha sorprendido, gratamente para ellas, el éxito de colocar a las francesas en una final olímpica. De nuevo mirado como empresa, si te echan de tu trabajo por ser un "matao" después de ganar una plata olímpica y cuando te vas a otro equipo (empresa) lo pones en el mapa gimnástico con gran éxito, me planteo: ¿qué es lo que pasó?. Está claro que habrán corregido errores, que no pongo en duda tuvieron, pero también han demostrado que son un equipo técnico solvente. Solo me remito a los hechos que es lo que al final da o quita razones. Se trata de su credibilidad como trabajadores cualificados (técnicos). Creo que esto es lo que hay que analizar. ¿Qué no funcionó en España después de Río? y, ¿por qué si han funcionado en Francia?
De Alejandra y compañía no ví a Almu hablar ni para bien ni para mal. No voy a cargar contra ellas en un momento así, no seré yo quien lo haga porque desconozco la preparación que llevaron y el trabajo que hay detrás. Lo que es meridianamente claro y evidente es que algo falló estrepitosamente. Es algo incomprensible en una empresa que está teniendo resultados más que satisfactorios en el último año y medio que cuando llega un momento clave, todo se vaya al garete.
Mucha gente se ha gastado su dinero (una pasta) para acudir a ver la competición. En España se llenan los pabellones cada vez que hay un evento de rítmica y tenemos muchas licencias de niñ@s practicando gimnasia. No somos Laos. Tenemos una tradición que tienen la obligación de defender o si no dejar que alguien con más competencia y solvencia lo haga.
En Bulgaria fijo que ha sido drama nacional lo que ha pasado con Nikolova. Ver veremos si no ruedan cabezas y entre ellas la de la entrenadora. No sé si justa o injustamente, pero que explicaciones van a tener que dar, seguro. La gimnasta es un cañón de eso no hay duda, como buenas gimnastas son las nuestras, de la primera a la última.
Calidad teníamos para estar en las dos finales, cosa que hacía tiempo que no contemplábamos. Yo como aficionada quiero saber que ha pasado. No me vale lo de la mala suerte o los nervios. Todos compiten en las mismas condiciones en ese sentido. Como se gestiona esa presión y la planificación del trabajo es lo que diferencia.